Charalampos Tzanakis: «All Out in the Open»
Es increíble hasta dónde te pueden llevar las casualidades de internet. En una tarde de julio de 2023, yo estaba aburrido en el trabajo, matando el tiempo buscando fotografías en Instagram de una de mis musas imperecederas, la actriz Tina Aumont.
Le di me gusta a una foto de la Aumont subida a un perfil con un nombre de resonancias griegas. Instantes después, recibí un mensaje del propietario de esa cuenta. Se trataba de Charalampos Tzanakis. Efectivamente, griego.
Corrí a explorar su perfil y supe en seguida que acababa de conocer a un semejante. Su mundo era mi mundo. Charalampos me abrumó con una oleada de mensajes que contenían preguntas a las que yo no podía responder. Pero se le perdona. A los genios se les puede perdonar estos excesos.
¿Genio? Sí, desde luego; desde el primer momento que revisé su perfil de Instagram reconocí a un talento extraordinario. Si no viviéramos en una época en la que la fealdad es reina, Charalampos sería el Jean Cocteau del siglo XXI.
Han pasado unos días y ya he conseguido una copia de All Out in the Open en formato digital.
¡Ya tengo el libro de Charalampos Tzanakis!
Yo ya conocía el mundo de Tzanakis desde hacía un año, así que lo que me ha aportado la lectura de All Out in the Open es una visión global, casi ordenada de ese mundo. Por supuesto, se trata de un libro más para ser sentido que para ser entendido. O lo «pillas» o no lo «pillas», pero no intentes analizarlo desde un punto de vista racional. Los versos de este poeta griego se dirigen a tu corazón, a tu espíritu, a tu estrella.
Para empezar, me impresiona, me emociona y me «habla» este verso: «I don’t see you as a towering figure anymore/ So I am free.» (p. 30). «Ya no te veo como una figura imponente/ Así que soy libre.» Claramente, es la liberación del amante respecto al objeto de un enamoramiento imposible.
Y no paro de repetirme mentalmente uno de los versos de este libro: «Mis escritos serán desenterrados. Estoy reescribiendo mi propia historia.» (Runaway, p. 39). Yo también espero que, algún día, mis escritos y mis dibujos sean desenterrados. Y, sí; como todos los buenos artistas, Charalampos se dedica a reescribir su propia historia, su propio mito.
Star Queen of the Pavement (p. 47). Reina-Estrella de las Aceras. Suena como al título de un álbum de una estrella pop, o el título de una película protagonizada por ella.
En la página 50, Charalampos dice que la música es la fuerza de su vida y nos explica (en uno de los poemas más «narrativos» del libro) una de sus formas de inspiración:
«No sólo dejo casetes y CD de mis canciones favoritas en lugares al azar/ para que los desconocidos los encuentren / sino que también me grabo en casetes haciendo / un programa de radio llamado / La espina de la rosa – con locuciones, anuncios y música / Me gusta traducir letras de canciones del inglés al griego / pegarlas en la pared como inspiración / y hacer recopilaciones de mis canciones favoritas para mis amigos en el extranjero.»
¿Tengo yo el honor de estar entre esos amigos en el extranjero?
La imaginería de este poemario se compone de: sueños, rosas, flashing lights, paseos, visiones, música, rostros, estrellas, todo ello «cursed poet style» (pág. 62), es decir: «al estilo de los poetas malditos».
Me resulta familiar la figura ¿femenina? que adorna la portada, que es una especie de Pierrot femenino, con una gorjera alrededor del cuello y situada en una posición como de danza. Para mí es como la figura del cuadro de Watteau que adorna la portada de mi (hasta ahora) única novela: Cirilo. Aunque la andrógina bailarina de Charalampos es más dinámica.
La conclusión a la que llego es que All Out in the Open es una especie de grimorio, casi como un manual para exorcizarse de los males que habitan en nosotros («I undid the bad done onto me»: «Deshice todo el mal que me hicieron») y que nos impiden llegar a realizar todo nuestro propio potencial artístico.
«Forge your own path Forge your own path.» «Construye tu propio camino Construye tu propio camino».
En el poema de la página 62, Charalampos da la clave de su creatividad: «Ya te das cuenta/ Ya me doy cuenta/ de que me enamoré de un fantasma/ Cuando me di cuenta de eso/ por fin puedo dibujar y escribir.»
Una vez que dejas de amar al fantasma, dejarás de verle como a una figura imponente y será entonces cuando, como leemos en la página 187, «Tu estrella brillará contra todo pronóstico» (Your star will shine against all odds).
Pues bien, la estrella de Charalampos Tzanakis es ya muy, muy brillante.
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